Mi tierra

Dedicado a los lugares predilectos de mi tierra.

La Sierra de Urbasa.

Situado en la zona centro-oeste. Mi lugar preferido de siempre, un lugar increíble que huele a tiempos ancestrales de mitos y leyendas sobre criaturas fantásticas y bosques mágicos. Es un lugar que te transmite algo especial y que, además, es relativamente desconocido para el turismo de masas (a excepción del nacedero del Urederra). Merece la pena dejar de lado pistas y senderos en buen estado para adentramos en lo más profundo del bosque, en la auténtica Urbasa.

Se trata de un lugar muy apto para la práctica de espeleología, pues hay multitud de simas y grutas.

Hay unos cuantos refugios de montaña libres. La hermita de San Adrian y Santa Marina están abiertos siempre y mientras que el primero es húmedo y la chimenea escupe humo, el segundo está muy bien. También está Bardoitza, previa petición de llave. Urbasa es un lugar muy discreto, por lo que se puede montar la tienda o hacer vivac en prácticamente cualquier lugar.


La sierra de Andía.

Limitrofe con la Sierra de Urbasa, forman el Parque Natural de Urbasa y Andía. Andía es más desconocida que Urbasa, pero no por ello menos bella. En su parte sur, entre el monte San Donato y los localidades de Iturgoyen, Lezaun, Aizpun, Goñi, etc encontraremos un paisaje igual que al de Urbasa y muy tranquilo. El único refugio libre que conozco es la hermita de San Donato. A veces hay leña que la gente o los guardas suben, y a veces no. No hay ni un solo arbusto en kilómetros, por lo que no se puede conseguir madera.





La Sierra de Aralar.

Situada en la zona noroeste se trata de un lugar muy bello. Es una zona de gran riqueza prehistorica. Dispone de una gran cantidad de senderos y pistas y los bosques están muy bien conservados.

Hay varios refugios libres abiertos todo el año, como Igaratza, en el que no he pernoctado todavía. Aralar es un lugar muy apto para el vivaqueo o la acampada itinerante, al igual que Urbasa.






La Selva de Irati/Iratiko Ohiana.

Situado en el noreste. Un lugar precioso. Se trata, junto con la Selva Negra, en Alemania, de uno de los mayores y mejor conservados bosques de hayas de Europa. Esto dice mucho de nuestro esquilmado continente, puesto que no deja de ser un bosque pequeño. De todos los sitios que menciono, quizás este sea el que mayor presión humana tiene. Debido al fácil acceso y a la propaganda se ha convertido en el lugar predilecto para el turismo de masas. Evitando las dos vías principales de acceso, los dos aparacamientos, el camping, el embalse de Irabia y las pistas cercanas a todo lo anteriormente citado apenas encontraremos gente, ya que esta tribu urbana no suele alejarse de su zona de confort.

En la parte francesa hay, como mínimo, dos refugios libres, cerca del "Le Chalet Pedro" (pronúnciese con un marcado acento francés). Uno es una caseta en una zona libre habilitada para caravanas. Suficiente si se quiere pasar la noche bajo techo. El otro es una casa de madera con hogar para hacer fuego, una sala principal con mesa, bancos y cinco habitaciones más. Aunque es de principios de siglo XX, y parece el escenario de una película de terror, sirve como refugio. El lugar guarda bien la calor aun haciendo frío considerable en el exterior.

Respecto a la acampada libre, es legal en territorio francés (con ciertas limitaciones).

Desconozco si hay refugios en la parte española y en principio con discreción no debiera haber problemas al vivaquear o practicar acampada itinerante, aunque hay que ser consciente que Irati tiene mayor vigilancia que otros lugares.

La parte española está mejor conservada que la francesa, estando esta última bastante deforestada.



Paisaje representativo de la zona francesa colindante a Irati.